Se dice de manera recurrente que cumplir con la Ley es cumplir con la moral, sin embargo, estas semanas hemos sido testigos de que este dicho se queda corto, cuando las normas no prevén un caso tan cuestionado, como el supuesto plagio de la tesis de la ministra Yasmín Esquivel, para obtener su título como licenciada en derecho, por la Universidad Nacional Autónoma de México.
En un comunicado, la máxima casa de estudios de nuestro país dijo que no cuenta con ningún procedimiento para poder quitar el título a ningún egresado, pese a que se denunció que Esquivel cometió plagio en al menos el 30 % de la tesis.
El caso ha sido turnado a la Secretaría de Educación Pública, donde tampoco se espera que ocurra mucho. Lo cierto es que el daño a la imagen del máximo tribunal de justicia de nuestro país y a la Universidad Nacional Autónoma de México es sumamente grave, y las respuestas poco claras y contradictorias de la ministra, no abonan en el esclarecimiento de este penoso asunto.
No se trata de un tema menor ni de una embestida política como algunos lo intentan ver; se requiere que el caso sea investigado hasta sus últimas consecuencias, porque de nada servirá seguir escondiendo el polvo debajo de la alfombra, cuando existen los elementos suficientes para determinar que la ministra tomó el texto de una tesis publicada con anterioridad.
Consejo de Europa
Como integrante de la delegación mexicana que participa en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, asisto esta semana al importante foro mundial que aborda temas trascendentales como los derechos humanos, democracia, Estado de Derecho, entre otros, desde una perspectiva que agrupa las visiones de parlamentarios de las 46 delegaciones que integran a este órgano intergubernamental, el más longevo de Europa.