Lo de hoy es llevar los juegos a la pantalla grande, renovar tradiciones y ¿por qué no? lucrar con la nostalgia. Películas como Mario Bros, Sonic o Pokemón se apoderan de cada vez más estudios cinematográficos, pero ¿es necesario? ¿funciona? Por lo menos para “Calabozos y Dragones: honor entre ladrones” ambas respuestas son afirmativas. Y es que obtener una aceptación de 89% por los críticos y 92% por parte de la audiencia no es tarea sencilla, considerando el nivel de la franquicia.
Felizmente para los directores John Francis Daley y Jonathan Goldstein, la adaptación de este popular juego de rol, publicado por primera vez en 1974, ha sido todo un éxito en taquilla mundial y no es para menos; el guion, producción y reparto superan cualquier expectativa.
La historia comienza cuando Edgin (Chris Pine), un ex arpista, y Holga (Michelle Rodríguez), su mejor amiga y cómplice, escapan de prisión para encontrarse con un viejo aliado, el ladrón Forge FitzWilliam (Hugh Grant) y Kira (Chole Coleman) la hija de Edgin. No obstante, los exconvictos descubren que la nueva faceta de Forge está enmarcada por una terrible alianza con la hechicera roja Sofina (Daisy Head).
Para recuperar a la pequeña Kira y salvar al pueblo donde pertenecen, los amigos deberán emprender un viaje lleno de infortunios y revelaciones personales, donde forjarán emocionantes, conmovedoras y muy divertidas alianzas con míticos personajes como el mago Simon (Juice Smith), el paladín Xenk (Regé-Jean Page) y la druida tiefling Doric (Sophia Lilis).
Si alguna vez has estado frente a los retos de este juego, es muy probable que entiendas cada una de sus referencias y disfrutes, sobre todo, del segundo y tercer tercio de la película. Sin embargo, si nunca te has adentrado a este mundo mágico, tienes la posibilidad de enamorarte de sus personajes desde los primeros instantes.
Por otro lado, los escenarios medievales, la riqueza del vestuario, la naturalidad del maquillaje, el misterio en la paleta de colores y la mesura en la animación le dan un toque ultra realista a cada cuadro, combinado perfecto con la sencillez del lenguaje y la pureza en la construcción de los personajes.
Sin duda, “Calabozos y Dragones” ha sido una grata sorpresa; sin renovar el género, el filme mantiene originalidad y fidelidad en cada una de sus escenas y escenarios, ya que hay que ir tomando decisiones para avanzar o quedarse atrapado en alguna sección de juego ¡o de película!
