Las ciudades son el escenario para abordar muchos de los desafíos globales de hoy, que van desde la pobreza extrema y el desempleo, hasta la degradación ambiental y el cambio climático.
El panorama de Tlaxcala, al igual que el de todo el país, ha cambiado con los años. Los edificios de departamentos y oficinas crecen en número y altura, mientras que los espacios naturales cada vez son más contados. Entre las muchas desventajas de la mancha urbana, destaca el calor que alcanza nuevas líneas en el termómetro.
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Las islas de calor son fenómenos que afectan a las ciudades durante la temporada seca del año. Se trata de una fuente candente que surge debido a los amplios espacios de materiales que resguardan el calor como el asfalto o el cemento.
La escasez de vegetación es otra causa, pues con su sombra, los árboles se convierten en refrescantes oasis en los que la temperatura ambiental se reduce entre 8 y 10 grados, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
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Aun cuando Tlaxcala no es una gran urbe, Meteored registró altas temperaturas, llegando hasta 32 grados en este 2022, comparado con los 30 grados máximos de hace diez años. Momento oportuno para reflexionar sobre el calentamiento global en nuestra localidad.
Las propuestas de solución
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) difunde que son los vecindarios más pobres los más afectados, ya que los residentes tienen menos acceso a los equipos de aire acondicionado y espacios verdes con brisa, lo que pone a las personas vulnerables en mayor riesgo de sufrir complicaciones de salud relacionadas con el calor.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud advirtió en su informe sobre cambio climático y salud que el aumento en la temperatura contribuye directamente a muertes por problemas cardiovasculares y respiratorios, particularmente en las personas mayores.
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En ese sentido, la organización internacional plantea, a través de la Nueva Agenda Urbana, un diseño de las ciudades que permita habitar espacios más sostenibles mediante una compensación de CO2 en jardineras. Además, reclama la regulación de altura de los edificios, la reservación de las zonas libres o la destinación de un porcentaje no menor al 30% del suelo a espacios públicos.
En el hogar, lo más sensato es apagar aparatos electrónicos cuando no están en uso y pintar las superficies horizontales de techos y calles con colores más pálidos, de preferencia blancos, así como proteger las jardineras y toda área verde al alcance.
DATO:
En diez años, Tlaxcala pasó de 30 a 32 grados como temperatura máxima.
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