Nuestro sistema jurídico tiene sustento fundamental en la Constitución Federal, misma de la que emanan las demás leyes que rigen nuestro actuar, incluidas las constituciones de las entidades federativas y la legislación que proviene de las mismas.
Esta forma de organización jurídica normalmente establece, por una parte, derechos fundamentales para quienes habitan un determinado territorio; pero, por otra, también instaura la forma de organización del estado, en nuestro caso, del Estado Mexicano; lo que se configura en la determinación y función de diversas instituciones.
Las instituciones, entre otras acepciones, reciben la de ser organismos que desempeñan una función de interés público, o de ser las organizaciones fundamentales de un Estado, nación o sociedad.
Así, debe entenderse que las instituciones tienen una primordial relevancia para la sociedad, para su desarrollo y la conservación de sus valores, siendo que las mismas, normalmente, representan una conquista social para la preservación de alguno de los valores sociales que identifican las luchas de un pueblo. Su establecimiento no es casual, sino que debe responder a las más sentidas necesidades de la comunidad.
Una vez establecidas, las instituciones son las encargadas de hacer trascender estos principios, de conservarlos, fomentarlos y desarrollarlos para beneficio común, lo que debe hacerse independientemente de las personas que, de manera temporal, alguna vez las integren y deben preservarse y perfeccionarse hasta que cumplan cabalmente su objetivo.
Por ello, siempre es un honor pertenecer a alguna de las instituciones de un estado y, a través de ella, trabajar para servir a nuestra sociedad; y más lo es cuando se trata de un organismo cuya misión es lograr que se respete algo tan valioso como la voluntad popular, como lo es el Tribunal Electoral de Tlaxcala, institución fundamental para la democracia en nuestra entidad federativa.
Por lo que participar en la fundación de este órgano jurisdiccional, así como en el establecimiento de las bases de su funcionamiento, tanto logísticas como éticas y aportar para, sin importar que se trate de los más recientemente creados tribunales electorales, llevarlo a ser uno de los tribunales más eficientes y respetados de nuestro estado y de la materia comicial en el concierto nacional, tras los procesos electorales, ordinarios y sus extraordinarios, que han correspondido a este periodo (2015-2022); contribuir para hacerlo un espacio naturalmente incluyente, transparente en cuanto su gestión, abierto en su función jurisdiccional y administrativa, sin reproche alguno en cuanto a la honestidad de todo su personal, de vanguardia en cuanto a sus criterios jurisdiccionales que, como se expuso en entrega pasada, le llevaran a ser el tribunal local mejor calificado en el pasado proceso electoral ordinario, siempre por encima del 95% de eficacia, así como en el uso de las nuevas tecnologías, que incluso le llevó a desarrollar el primer sistema de juicio en línea en el estado, entre tantas experiencias que se pueden reunir en siete años de trabajo, ha sido el más grande honor de mi vida profesional.
La institución seguirá y será cada vez mejor. Seguro.
Por lo demás, agradezco a usted, amable lector, su atención a estas modestas participaciones y al Diario de los Tlaxcaltecas, la oportunidad de poder comunicarme con la sociedad de mi estado a través de este importante medio de información.
*Magistrado del Tribunal Electoral de Tlaxcala.
